2 de septiembre de 2011

El traje.


Las mujeres decían que era una golfa.

Se dedicaba a los hombres, sí, y le gustaba. Lo había heredado de su madre y ésta de la suya. Mantenían su clientela desde hacía años, y para ellos este privilegio pasaba de padres a hijos. Su trabajo se hacía esperar, como el de cualquier artesano, y los resultados siempre eran los esperados.

—Aquí hace falta alguien con bemoles que termine con esto —decían las esposas de aquellos que la visitaban.

Pero ellos, sus clientes, adoraban su labor. Ellas, las esposas, a callar. Y Dolores, a trabajar.

—Mírala, ahí va. ¿En qué entrepierna habrá estado metida?

—Quizás en la de tu marido.

—Puede ser, ya que el tuyo no puede pagarlo.

Y así era. Tan solo unos pocos podían aceptar su precio. Pero el resultado se veía en aquellos hombres que se pavoneaban, a veces, incluso, a su lado.

Sus miradas no la alteraban ni un ápice. Con dos bandazos de su melena respondía al escrutinio al que se veía sometida, y más desde la “noticia”: Dicen que el alcalde ha solicitado sus servicios.

—Ya he llegado hasta él, madre.

—Siempre confié en ti, hija mía.

—Su mujer… me mata con la mirada.

—Ahora nos perseguirán más que nunca. Quieren una modistilla, no un sastre con tetas.

—No importa, madre. Que sigan con sus prejuicios y sus celos. Tomemos hilo y aguja, tenemos que confeccionar, no un traje, sino “El Traje”. Todos sabrán quien es La Dolores, la sastra de Miraflores.

4 comentarios:

  1. Hola, Pilarín, pasaba por aquí...

    Quería comentarte que las imágenes escogidas para los relatos están la mar de bien, como esa de las manos que salen por las pantallas.

    A ver si va creciendo el número de relatos del blog. Un abrazo ;-)

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  2. Hola, Zanbar!!! Qué alegría!!!
    Me gusta escoger bien la imagen para el relato, pero lo que realmente me gustaría es tener una ilustración exclusiva para cada uno, de hecho en ello estoy, bueno, están mis hijos que como sabes son ilustradores. A ver si hacemos algo bonito y sale algo por ahí... Y, me encantaría añadir relatos, alguno tengo por revisar, aunque lo que preferiria es escribir nuevos, pero mi musa sigue de vacaciones. Espero que regrese prontito.
    Graias por pasarte. Un besote.

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  3. Hola Pilar,no sé si he aterrizado por aquí,por casualidad,apenas he empezado a zambullirme en tu blog y me ha conmovido "el traje",creo que no le falta nada,que no le sobra nada, creo qué es perfecto.CON LO QUE TIENES UNA NUEVA SEGUIDORA,atentamente Obdulia.

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  4. Bienvenida, Obdulia. Es estupendo y muy estimulante encontrar a alguien que disfrute de mis pequeños relatos. Ojalá fuese tan sencillo como creer que es perfecto jeje. La literatura es un duro trabajo en el que siempre estoy aprendiendo; soy una novata. Pero ver que a alguien le gustan tanto como para calificarlo tan bien, es muy gratificante. Muchas gracias por ello. El blog está un poco parado ahora en lo que respecta a relatos cortos porque estoy trabajando algo más largo, esto lleva su tiempo y casi me dedico a ello totalmente. Pero tienes unas cuantas historias para leer y comentar, aunque algunas necesitan un repasito y alguna corrección. Todo se andará. Me alegro de tenerte entre mis seguidores. Gracias y un abrazo.

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